Muchas personas disfrutan ya de ventanas de aluminio en Cantalejo y desean completar la comodidad en sus hogares añadiendo un toldo. La combinación perfecta. Durante el verano, los toldos evitan la entrada excesiva de sol y calor en la vivienda haciéndonos la vida más confortable. Cuando llega el otoño hay que proceder a su limpieza y reparación, para conservarlos correctamente y encontrarlos en perfecto estado la siguiente temporada.

Ante todo, desde Aluminios Álamo, queremos advertirte que para aquellos toldos de difícil acceso, donde la altura resulte ser un peligro, es necesario tomar las medidas de seguridad oportunas que eviten cualquier riesgo.

Un aspecto importante es el mantenimiento de los brazos móviles de los toldos. Las piezas de metal deben limpiarse con algún producto especial, ya que la inactividad de los engranajes durante las heladas de los meses fríos puede llegar a atascarlos. La mejor forma de asegurarnos su funcionamiento futuro es engrasar las bisagras y engranajes con aceite o cera. 

En segundo lugar, no guardes tu toldo si está mojado debido a la lluvia, espera a que se seque primero porque podría pudrirse. 

En tercer lugar aspira el toldo para eliminar los restos de polución que se haya ido acumulando. 

Por último, y para eliminar las manchas, necesitarás un cepillo de cerdas suaves o una esponja, agua fría y una pequeña cantidad de detergente o jabón neutro. Tienes que aplicarlo directamente sobre las mismas pero con cuidado de no dañar la lona al frotarla con demasiada fuerza. Si existen manchas resistentes, se recomienda añadir al agua un par de gotas de amoniaco. Es posible que durante este proceso se ensucien las ventanas de aluminio en Cantalejo y debas proceder también a su limpieza.